Muchas personas tienen la virtud de haber nacido
con un talento indiscutible para la cocina, ya sea por herencia o por la
experiencia que tuvieron desde niños. Lo cierto es que a lo largo de su vida
han podido desarrollar un exquisito paladar comparado con el de los más destacados
Chef, aprendiendo de forma empírica a preparar una exquisita variedad de
platos, tanto nacionales como internacionales. Entre algunos de ellos podemos
encontrar a la emblemática Teresa Izquierdo, quien nos dejó una herencia
culinaria y cultural indiscutible, y quién es y será siempre recordada como una
de las más grandes cocineras peruanas, dignas de toda admiración y respeto por
todos los peruanos y los amantes de la buena comida.

Existen muchas opciones para
seguir una carrera de cocina hoy en día, muchas de ellas muy buenas, algunas
regulares y otras no tanto. Para los que deciden seguir esta carrera es
importante hacerse las siguiente preguntas: ¿quién me va a enseñar?, ¿tiene
experiencia?, ¿el lugar donde estudio tiene prestigio?, ¿me dan todo lo que
necesito?, ¿qué puertas me abrirá?, preguntas claves que les ayudarán a tomar
la mejor decisión, ya que recordemos que la educación es una gran inversión de
tiempo y de dinero.
En cuanto a la gran duda de quién
es mejor, ¿el cocinero empírico o el de Escuela?, a mi parecer ambos tienen sus
ventajas, el empírico tiene toda la experiencia y la buena sazón, el de Escuela
tiene la formación académica y los estudios que le amplían los conocimientos y
desarrollan su creatividad, ¿quién es mejor?, depende del público, lo cierto en
esta profesión es seguirla y vivirla con pasión dando la milla extra que los
demás no se atreven a dar, creyendo siempre
que el cielo es el límite y que las oportunidades se presentan para aquellos
que se atreven a tomar buenas decisiones.
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